''Peces robots se sueltan en Asturias para medir el grado de contaminacion de sus aguas''. Sería un gran titular para algún periódico del año que viene, pues hasta ahora es un simple proyecto, pero si sus resultados son buenos el año que viene el puerto de Gijon tendrá peces no comestibles entre sus aguas.

Estos peces tienen la apariencia de una carpa, pero su longitud es como de una foca. No se encuentra controlado por ningún ser humano, por lo que su libertad es plena. Se encuentran equipados con sensores químicos para localizar agentes contaminantes potencialmente peligrosos, como filtraciones de barcos o de tuberías subterráneas. La información cogida por estos peces es enviada a tierra mediante tecnologia Wi-fi.

Este invento ha sido creado por científicos británicos, que han decidido utilizar las aguas del norte de España como laboratorio.