Hoy, ha sido un día extraño... no sé muy bien como describir el porqué, pero mientras yo hablaba con mis amigos sobre qué piedra iba a ganar el campeonato de formula dura, ''algo'' nos empezó a colorear el cuerpo, parecía una sustancia pegajosa porque no fuimos capaces de quitárnosla de encima por ningún medio.

Intenté llegar a la superficie como pude, y saqué mi pequeña cabecita entre todas las de mis amigos, y vi una construcción un tanto extraña... era muy graaande y arriba terminaba en unos tubos que expulsaban al exterior un gas oscuro y maloliente, empecé a toser muchísimo, los ojos se me nublaron y me empecé a marear. Pensaba ya que todo acababa para mí, cuando unos brazon tiraron de mí desde dentro y me arrastraron, y antes de dormirme me pareció ver una cara conocida.

Me desperté sobresaltado, quería pensar que todo había sido una horrible pesadilla... pero cuando me miré las manos, observé la cruda realidad... pero me di cuenta de que no estaba solo y de repente apareció la cara de Goti! oh! cuánto le había echado de menos!! La sustancia pegajosa que cubría mi cuerpo, el sueño que había tenido... todo pasó a un segundo plano porque ahora estaba de nuevo con mi amigo Goti.

Una grieta se abrió bajo mis pies. Todo temblaba muchísimo y el agujero se iba haciendo cada vez más grande, y cuando pensaba que me iba a precipitar sobre ella..., algo cilíndrico y duro apareció por mi derecha, me amarré a ello como pude y para mi sorpresa mi amiguito, el de Dinamarca, ya estaba en ella. Me dijo que se llamaba rama, y que estar ahí es lo mejor que podría haber hecho, pues podría haber desaparecido para siempre.

Durante nuestro trayecto mi amigo, que para entonces me dijo que se llamaba Goti, me estuvo contando que la rama en la que íbamos posiblemente se habría desprendido de algún arbol por la fuerza de la tormenta o por las sacudidas de las noches anteriores. De repente, el espacio en nuestro nuevo transporte empieza a disminuir, el rumor de la existencia de la rama como método de salvación se ha ido divulgando con demasiada rapidez...

Cada vez me voy encontrando más oprimido. La superficie donde sujetarme es ya casi inexistente. Mis pequeñas manitas comienzan a resbalarse y aunque Goti intenta ayudarme, me termino desprendiendo de la rama. Yo pensaba que iba a caer sobre otra surpercifie dura y arcillosa como ya me pasó antes, pero cuando abrí los ojos me entró pánico: ¿Dónde estaba? durante un largo recorrido esta pregunta rondaba mi cabeza sin hallar respuesta alguna.

Con el paso del tiempo me di cuenta que ya no tenía ninguna forma, no sabía donde empezaban mis brazos ni donde acababan mis pies, miré a mi alrededor y vi a millares de seres como yo... me sentí cobijado y como si fuese parte de algo inmensamente grande.

Pasaron los días y nosotros seguíamos haciendo nuestra pequeña vida social sin ni siquiera movernos, ya no contamos con ningún transporte por lo que nuestro desplazamiento casi nulo. Pocos días después algo sentimos bajo nuestros pies, fue cuestión de segundos pero el susto fue considerable. Durante esa noche no conseguimos pegar ojo, ni siquiera mi amigo que había estado en Dinamarca sabía de que se trataba. A los dos días el suceso se repitió, pero creo recordar que era más fuerte, con el paso de los días nos fue pareciendo algo rutinario y ya apenas le prestábamos atención.

Una noche el cielo se iluminó produciendo unas luces tenebrosas acompañadas de unos ruidos ensordecedores; mi amiguito creo que los llamó truenos y relámpagos. Fue en el amanecer cuando todo relativamente se había calmado, la calma ya parecía flotar entre nosotros cuando el suelo volvió a temblar. La sacudida en comparación con las anteriores fue más fuerte, el suelo temblaba cada vez más y más. El terreno que antes parecía duro, empezaba a resquebrajarse, no sabía lo que pasaba pero la cara de mi amigo mostraba pánico por lo que entendí que no era algo habitual y supe que estábamos en peligro.

Bueno este es nuestro blog....